
Con frecuencia, tanto en la consulta como en la vida cotidiana, me encuentro con personas para quienes el sexo se ha convertido en un problema. Y casi siempre termino pensando en lo diferente que sería su situación si nos atreviéramos a tomarnos el sexo con la seriedad y la actitud con las que nos dedicamos a nuestros hobbies o aficiones. ¿Suena frívolo? Ya lo sé… ¡pero no lo es!
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